El español Alejandro Davidovich, 25 años y nº 42, se mueve con soltura en el Masters 1000 ATP de Montecarlo, cuando controla la presión. Fue protagonista en 2022 metiéndose en la final, dejando en el camino a Novak Djokovic. La perdió ante el griego Stefanos Tsitsipas, aunque fue peor la edición siguiente, cuando sintió la responsabilidad de tener que defender puntos de ranking. Se marchó a la primera en 2023 y 2024.
Tomada la distancia, el malagueño ha recuperado sus sensaciones en Mónaco, aun en la agonía a la que muchas veces se abona él mismo con sus pensamientos negativos. Llegó avisando de su potencial en una temporada en la que ya suma dos finales, en Delray Beach, que perdió con una ventaja muy cómoda, y Acapulco, con un balance de 16 victorias y 8 derrotas.
La racha continúa. Es bien conocido su potencial en este torneo, pero no deja de ser un 'bombazo' batir al nº 6 del mundo, uno de los tenistas de la temporada en un desenlace agónico. Davidovich Folina, 'Foki', tumbó al zurdo británico Jack Draper, reciente finalista de Doha y campeón de Indian Wells a costa de Carlos Alcaraz, por 6-3, 6-7 (6) y 6-4 en 2h.46'.
Davidovich, con Fèlix Mantilla dirigiendo las operaciones técnicas hasta que decidió abandonar el palco, se clasificó para los cuartos del viernes, contra el noruego Casper Ruud, finalista de 2024 y que la semana que viene defenderá título en el Godó, o el australiano Alexei Popyrin. Descargó la presión con lágrimas una vez atada la victoria.
La entrada en la tierra batida resulta una acción más natural para Davidovich, continúa siendo una superficie en la que Draper aún no se siente cómodo. Su balance en ATP es negativo, 10 triunfos y 12 derrotas.
Lo que más le costó al marbellí, cómo no, fue manejar los nervios. Le traicionaron después de no rematar dos bolas, al resto, para 4-1. A continuación entregó su saque, perdió tres juegos seguidos, viéndose abajo 3-4. Se recompuso a tiempo. Volvió a tener dos puntos para 6-5 y saque, pero de nuevo se los negó Draper, competitivo al máximo en situaciones complicadas.
Aguantó Davidovich, pero en el 'tiebreak' se le escapó un punto de partido, salvado con saque por Draper. En el tercero de nuevo no le valió al español una ventaja de 2-0. Por arriba le cuesta desviar la tensión y además su rival inglés dio una lección de perseverancia. Más al límite en todos los sentidos, pero competitivo y esperando una ayuda del malagueño, a quienes los rivales no sueltan sabedores de sus dificultades para rematar ventajas.
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Doblegó un más entero Davidovich a Draper, que remató el KO con su décima doble falta.